Lost Planet: Extreme condition - Xbox 360

Perdidos en el Planeta helado

Planeta D.N.E III, la humanidad se ha expandido por el universo llegando a dicho planeta helado. Después de muchos años de aparente tranquilidad aparecieron unos seres monstruosos que asolaron el planeta convirtiendo el sueño de los colonos en una pesadilla. 

Con una introducción casi clonada a la de Gear of War, Capcom nos trae casi dos meses después la nueva obra de Keiji Inafune. Una producción ambiciosa que desde su anuncio pretendía ser otro de esos títulos de Xbox 360 que ningún usuario podía dejar pasar. ¿Lo habrán conseguido? 

Después de probar las demos de un solo jugador y multijugador disponibles de forma gratuita en Xbox Live que llevan meses disponibles para su descarga, ningún usuario de la consola debería desconocer la ambientación y sistema de juego del título que nos ocupa. 

Nos encontramos en un planeta helado donde el protagonista, Wayne, está de misión con un grupo de hombres, a las órdenes de su padre. En esta misión comienza una aventura cuyo argumento se va desvelando entre capítulo y capítulo de forma lenta, pero progresiva hasta un final trepidante y bastante emotivo digno de las mejores películas de cine y películas o animes manga. 

Gráficos 
Los escenarios son enormes y los enemigos con los que nos encontramos proporcionales al escenario. Algunos son tan numerosos que es imposible contarlos y el diseño de los mismos es bastante bueno ya que no se parecen a ninguna criatura conocida, aunque sus comportamientos sí nos recordaran a criaturas poco apreciadas por el género humano: Escorpiones, escarabajos, avispones, arañas, cangrejos, serpientes... 

Los paisajes que visitaremos son edificios futuristas abandonados, cuevas, llanuras heladas azotadas por fuerte ventisca, el interior de un volcán, una cúpula de investigación... A pesar de ser todos los escenarios semejantes, veremos claras diferencias entre ellos y solo tienen una cosa en común: en cada uno de los once niveles del juego, existe un jefe final bastante más duro que los enemigos que nos hemos encontrado por el camino. Algunos de ellos volverán a salir después como simples estorbos para nuestro avance, sirviendo para que nos vayamos entrenando para el siguiente jefe que nos podrá las cosas todavía más difíciles. Y es que este juego puede presumir de una cosa y es de que posee los jefes más inmensos que hemos visto en videojuego alguno. Y además de grandes, son muchos, irremediablemente recordaremos la película Final Fantasy: La fuerza interior cuando juguemos a algunos niveles de este juego. 

El tamaño de algunos enemigos es tan descomunal que solo por moverse pueden provocar que Wayne no pueda ni mantenerse en pie por los temblores provocados. Además su piel es dura y soportan cualquier disparo de cualquier arma, excepto en sus órganos vitales claramente reconocibles por brillar con luz anaranjada. 

El detalle de los escenarios no es tan grande como en Gears of War, pero el tamaño y dimensiones de escenario y enemigos, así como su número no tienen nada que ver. Son dos estilos diferentes que ponen de manifiesto la potencia de una consola que aún acaba de nacer y no deja de maravillarnos título tras título. 
El modelado de Wayne es la mayor diferencia, su control es muy semejante entre ambos aunque en esta ocasión no tendremos compañeros respaldándonos durante el juego (el offline). Los enemigos son monstruos, soldados enemigos, VS pilotados por soldados enemigos y su IA limitada. Tanto los monstruos como los soldados seguiran sus patrones de conducta sin más, atacándonos en la distancia pero sin usar coverturas ni esquivar nuestros diparos. Pero son tantos que agradeceremos que no nos pongan las cosas todavía más difíciles.

 

Aquí aprovechamos para comentar la gran novedad de este título frente a Gears of War. Wayne no estará sólo del todo y contará con unos "vehículos" especiales para hacer posible el éxito en sus misiones. Existen unos Mechs, llamados VS en el juego, repartidos por los escenarios que nos permitirán aumentar nuestra potencia de fuego y posibilidades de movimiento de tal modo que sin ellos, algunas misiones serían imposibles de superar, dado el número y tamaño de los enemigos a los que nos enfrentamos. Los VS no son un adorno, son una parte fundamental del juego y nos pasaremos más de la mitad del tiempo pilotando uno de ellos y el resto del tiempo desearemos hacerlo. Además los hay de varios tipos, cada uno con sus ventajas e inconvenientes. La mayoría son bípedos, unos usan su potencia para correr más rápido o realizar pequeños vuelos, otros para realizar grandes saltos, otros son pequeños transformers que se pueden convertir en tanques taladro o bien en Mechs que al ser tanques, se desplazan más rápidamente y además pueden abrir boquetes en algunas paredes (solo en los que se pueda, claro). Sin duda el más espectacular es el del padre de Wayne, que tendrá capacidades que ni los propios protagonistas son capaces de imaginar. 

Los efectos gráficos acompañan todo este cóctel, consiguiendo transmitir esa sensación de frío que tan bien le sienta al juego. La nieve es densa, los golpes y temblores provocados por algunos monstruos provocan una distorsión en la pantalla bastante lograda, además de hacer perder el equilibrio a Wayne incluso si está sobre un VS. 

Sonido 

Las voces están en inglés y su nivel de interpretación es bastante bueno. Los subtítulos están en perfecto castellano y no hemos detectado fallos en la traducción. En cuanto al tamaño de las fuentes es bastante grande durante los videos, pero en las escenas ingame la letra es más pequeña. Aún así es bastante más grande que las del juego Dead Rising, que tantos usuarios criticaron por no poder leer los subtítulos en televisores normales. 

La música es muy buena, nos sumergirá en la historia como si estuviéramos dentro de un manga consiguiendo que más de uno quiera conseguirla por separado. Una banda sonora de lujo que no merece ni un reproche y que acompaña a cada situación del juego, ya sea la acción o los momentos de tristeza o tensión. 


Jugabilidad 

El manejo es como cualquier shooter, con la peculiaridad añadida de que manejamos a un personaje visible en pantalla. Tenemos varias alturas para la cámara que además tendremos que usar a menudo ya que hace las veces de Zoom para los rifles de francotirador o cuando queramos abatir un enemigo lejano en la cámara más elevada no seremos capaces de verlos bien. Con el pad digital hacia arriba ajustamos la cámara, a la izquierda encendemos la linterna y a la derecha la apagamos. 
Tenemos más acciones exclusivas como la de lanzar el garfio para subir a superficies demasiado altas con el botón X. El B sirve para golpear con el arma en uso a modo de cachiporra, o bien para accionar mecanismos, según el contexto. Para recargar las armas tenemos el R3 y L3, siendo la L3 para recargar el arma del VS situada a la izquierda y R3 es válida tanto para el manejo del VS como de Wayne a pie. El botón A sirve para saltar y cuando vayamos a pie, L3 servirá para agacharnos cuando vayamos a pie. El botón Y servirá para cambiar el arma que usamos, en caso de tener otra y el gatillo izquierdo es para lanzar bombas.

A pesar de todos esos movimientos y posibilidades, en realidad la linterna no sirve de gran cosa y la posibilidad de agacharnos solo es testimonial ya que no es demasiado útil. Solo se echa en falta la posibilidad de rodar por el suelo para esquivar ataques. Pero el manejo de Wayne es tan cómodo e intuitivo que tampoco hubiera sido necesario aunque sí más espectacular. 

Además de recorrer el escenario de punta a punta matando bichos y/o enemigos humanos, hay otra limitación que nos obliga a no tomarnos las cosas con demasiada calma que es el Vital Suit que lleva Wayne. Debido a las bajísimas temperaturas del planeta este traje, que parece de neopreno con canales de luz, calienta el cuerpo de Wayne pero consume energía. Es capaz de curarle las heridas recibidas consumiendo todavía más energía con lo cual si su nivel llega a 0, la vida de Wayne desaparecerá casi inmediatamente aun sin recibir ataques ya que el frío consumirá su vida en cuestión de segundos. Todo esto es para justificar que hay que recoger las clásicas monedas de los juegos de antaño, donde los enemigos van soltándolas a medida que los matamos. En lugar de monedas, liberan un líquido anaranjado que cuando pasemos por encima el VS lo absorberá aumentando el nivel energético. Cuanto más grande sea el bicho derribado, mayor charco de energía y si tardamos mucho en ir a recoger el preciado líquido, éste se termina evaporando. 

 

La energía del Vital Suit es limitada, sí, pero absolutamente imprescindible tenerla lo más alta posible. Los Mechs que nos encontremos funcionan con esa energía, de modo que si abusamos del vuelo o los saltos, la energía se agotará a pasos agigantados, lo que nos obliga a ser cautos en su uso y en cada movimiento que hagamos. Si el objetivo de nuestros vuelos es derribar un enemigo poderoso, merecerá mucho la pena ya que luego liberará bastante energía. Cuanta mayor sea la dificultad establecida, más rápidamente descenderá el contador de energía y por tanto menos podemos entretenernos. 

Aún así la energía de los enemigos no es suficiente para superar cada misión. Por ello existen por el mapeado unos postes que debemos activar que además de rellenar nuestra energía, nos señalan con una luz el camino hacia el siguiente poste. Además cabe mencionar que cerca de cada uno existe una moneda flotante y si disparamos a todas las de un nivel nos darán un logro adicional. Lo cual no contribuye en nada al argumento del juego pero sí sirven como excusa para rejugar niveles hasta encontrarlas todas. 

La historia principal se puede terminar en unas diez horas en nivel fácil. Debido a la adicción que desata el sistema de juego y la espectacularidad de los escenarios, nadie se debería conformar con pasarlo una vez y debería probarlo en las demás dificultades para descubrir el verdadero reto que esconde esta joya de Capcom. Devil May Cry también deslumbró en su día por lo mismo y su duración es muy pareja. 

El sistema de guardado es el clásico de puntos de control, dejando en el olvido el nefasto sistema empleado en Dead Rising que muchos usuarios temían que heredara. 

Para terminar, siempre podremos portar dos armas cuando vayamos a pie, aunque solo podemos usar una (cambiándola con el botón Y) y cuando montemos un VS éste también podrá llevar otras dos armas (más potentes) y este sí las llevará equipadas las dos a la vez pudiendo disparar como los gatillos izquierdo y derecho independientemente. Si no nos agobian los enemigos podemos incluso cambiarlas del VS de uno que esté para el desguace, a otro que está nuevo y sin armas. Y si no tenemos otro VS de repuesto, podemos coger sus armas y llevarlas como manuales con la única pega de que al ser tan pesadas nos moveremos más lentos. El arsenal disponible es el siguientes: armas manuales: metralleta, escopeta, rifle de francotirador, lanzamisiles, rifle de energía y escopeta de energía. Los últimos no usan munición sino energía de nuestro traje. Las armas de los VS: Metralleta (mucho más potente), Cañón, lanzamisiles (de una y 4 cargas), Cañones láser y otros cañones parecidos al de la escopeta manual, pero mucho más potentes. 

Multijugador 
Lamentablemente solo existe el modo online y hay varios modos de juego pero ninguno de dos usuarios con la misma consola. Los modos de juego son los siguientes: Guerra entre dos equipos de hasta 8 jugadores por equipo, el fugitivo en el que son todos contra uno y todos contra todos. Además empezaremos con nivel 1 cuando nos conectemos por primera vez en el Live, y a medida que conseguimos puntos subiremos el nivel aunque realmente este no afecta a las posibilidades de nuestro personaje. 

 

En cuanto a la rapidez para encontrar partidas, al ser tan abiertas (de hasta 16 jugadores) siempre las hay esperando llenarse y en cinco minutos podemos comenzar a repartir tiros. Además, las buenas ventas de este juego hacen que sean muchos los usuarios conectados al live. 

Como punto negativo se echa en falta un modo cooperativo en la misma consola o con un compañero vía Xbox Live. Es una pena ya que habría salido un juego redondo a la altura de Gears of War. 

Conclusión 
Lost Planet nos ha dejado helados, pero no por mal juego sino por su increíble ambientación, su jugabilidad adictiva, el manejo de los VS y sus distintos modelos, los frenéticos escenarios abarrotados de enormes monstruos y por su historia. A pesar de tener unos once niveles y una duración de unas diez horas, la rejugabilidad hace que esto sea un mal menor y más teniendo en cuenta la rejugabilidad en modos de dificultad superiores (hasta cuatro) y la cantidad de piques que puede proporcionar con nuestros amigos o simples desconocidos de cualquier país con el modo online. 

Xbox 360 sigue con la racha de buenos títulos que cumplen las expectativas con este nuevo título de Capcom. Pocas compañías apuestan tanto por ideas nuevas y nuevas franquicias y estamos seguros de que por la calidad de Lost Planet, no será un título aislado y pronto veremos una secuela. ¿Será Devil May Cry de Xbox 360? El tiempo lo dirá. 

El argumento es uno de los puntos fuertes del juego, aunque dado su planteamiento y sistema de juego no es para nada imprescindible conocerlo. Sin embargo Capcom no ha dejado en el aire ese detalle y entre misión y misión podremos disfrutar de excelentes escenas hechas con el motor del juego que nos irán desvelando la verdad de Wayne, de la organización NEVEC y el motivo de la lucha entre los piratas y la organización mencionada. Los personajes rebosan carisma y se nota la mano de los genios japoneses, haciéndonos creer que estamos viviendo un manga de los buenos y con una puesta en escena de auténtico lujo. 

Los usuarios que disfrutaron con Gears of War no deberían perderse este título que en algunos aspectos son planteamientos parecidos, pero en muchos otros no tienen nada que ver aunque el público al que va dirigido es el mismo. 



Por Antonio J. Fernández Del Campo 

 

Nota 79