13-. El mundo que escribimos

 

 

 

Si has llegado hasta aquí, seguro que eres un escritor con ganas de darlo todo para crear algo que perdure en el tiempo, que te guste a ti y a los demás. Pero las ganas no bastan. Tienes un papel en blanco ante ti, una auténtica puerta al infinito.

 

Ojo, abarcar todo es una temeridad y muchos escritores se enfrentan a esta hoja con más miedo que ilusión. Si no eres capaz de enfrentarte a ella después de leerte las primeras lecciones del taller, es que no has captado el mensaje. No escribas si no tienes nada que escribir. Lo siento, la hoja en blanco no va a llenarse sola.

 

¿Cómo llevas esas notas de ideas? ¿Alguna interesante? Yo lo suelo llenar de basura, algunas ideas son buenas en el momento que me vienen a la cabeza pero luego no consigo imaginar qué pudo hacerme pensar tal cosa.

 

Te voy a contar un secreto: Ningún escritor puede escribir una historia 100% imaginada. Ni siquiera un 50%... No, miento, no llega ni al 20%. Algunos ni al 2%. En mi caso debo decir que imagino el 10% más o menos.

 

Partiendo de la base que imaginar es ponerse a inventar sin más, sin planificar, simplemente dejando volar tu mente a ver qué sale, eso es imaginar. Pero hacerlo al 100% significa partir de una hoja en blanco, no ves ni el escenario y tienes que ponerte a hacer la película de AVATAR (antes de que exista).

 

No puedes crear desde 0 una historia y sus personajes. Es imposible.

 

El mundo tienes que robárselo a alguien. No intentes crearlo, es muy costoso, difícil y sobre todo complicado de convencer a los demás de las cosas que tú imaginas. Por mucho que quieras que un año dure dos días, las semanas, horas,... Cuesta seguirte y sobre todo memorizarlo.

 

Ni siquiera las historias más fantásticas como "El señor de los anillos" pueden permitirse el lujo de no tener un mundo prestado. Parte de una época más antigua que la medieval, con dragones añadidos y otros monstruos, pero es el nuestro, en el año 10.000 antes de cristo aproximadamente más un 30% que Tolkien imaginó, como un mapa, unas razas y una historia.

 

Un escenario tan rico que otros autores han tomado prestado para sus propios relatos ("juego de tronos").

 

En tu caso, elije tu época. Añádele algo y tira adelante. La vida real es siempre la base, y el tiempo actual debería ser el que menos imaginación necesite. Pero cuidado, corres el peligro de que se quede anticuado. Aunque puedes servir de pista a futuros, muy lejanos lectores de cómo vivíamos en el momento en que escribes tu libro. Sobre todo si pretendes contar algo real.

 

Ahora que ya tu papel no está en blanco y tienes un fondo con sus reglas, sus límites, sus infinitudes, elige un escenario, un ambiente, un tema que tratar y tendrás la primera palabra de tu libro a punto de nacer.

 

Solo necesitas un bebé, una niña, un chico, un policía, un gato, un perro, un delincuente, un astronauta, un bombero, una diseñadora de moda, un arquitecto... Un chico x de edad y. Un instituto, un trabajo, un hogar...

 

Y ahora escribe cuál es su problema, su sueño, su peligro, su miedo, su castigo, su pasado... Coge tu cuaderno y respóndele estas preguntas expuestas.

 

Elige su nombre, su apellido, quién es su madre y su padre, su edad, su pasado, sus amigos. Sus fuertes y sus debilidades, su aspecto, imagínatelo, píntalo o escoge alguien que se le parezca.

 

(¿Lo ves? La lección 10 es importante, hay que ser capaz de copiar para crear algo tuyo.)

 

Ahora piensa en el motivo por el que vas a escribir su historia. Un ser querido que se va, un amor imposible, una pareja que se muere, que le engaña, que le aburre, un sueño inalcanzable, una vida completa y rebosante que no valora y va a suceder una tragedia que hará que  su perspectiva cambie... O dale tú algo "tu 10% de imaginación".

 

Y no se te ocurra escribir todavía. Piensa en tu personaje, sus motivaciones y ponte en su lugar, qué harías, cómo afrontarías la situación. No escribas nada hasta que lo veas. No digo que lo imagines, lo tienes que ver, soñar. Obsesiónate, que tu personaje cobre vida. Habla con él (personaje, chico o chica), como su amigo, su novio, su padre, su madre, su profesor, su jefe, un completo desconocido y espera sus respuestas. Si no responde es que aún no le has parido. Dale su tiempo, cogerá prestado parte de tu cerebro y terminará hablando sin tu ayuda.

 

Para el que no lo haya entendido, hay que estar un poco loco para escribir. O un mucho. Si no lo estás solo escribirás una historia plana, típica y sin ningún tipo de jugo. Cuando vuelvas a leerla verás un montón de tiempo perdido o... Con suerte cobrará vida sobre la marcha y querrás añadir cosas que le insuflen alma.

 

Tus personajes deben estar vivos, robar parte de tu personalidad. No pueden ser de cartón piedra, tienen que respirar para que los que lean acerca de ellos puedan sentirse afines, verlos como sus amigos o incluso amarles u odiarles.

 

Ejemplo:

 

Situación real: Voy a escribir sobre el presente, en mi pueblo, se trata un gato callejero que solo se acerca a las personas que le traen comida y bufa a todos los demás. Es la madre de otros tres gatitos y de vez en cuando el papá se acerca a robarles algo de comida. También hay un erizo que viene a tomar prestada su comida y muchos perros pasan junto a su comedero, tratando de meterse tras la valla a chupar su plato vacío mientras sus dueños solo prestan atención a sus móviles.

 

Mi 10% de imaginación: Esa gata es una persona con el poder de transformarse, en realidad puede convertirse en humana y estudia en el instituto. No tiene más remedio que volver a ser gata cuando vuelve de las clases, porque carece de casa donde vivir. Así que media vida la pasa estudiando y la otra es una gata. Así conoce a un chico que le lleva todos los días una latita de comida. Como humana nunca la comería pero siendo gata lo agradece. Se va encariñando de él, se aprende sus rutinas, cuándo suele llevarle la lata, le sigue a casa solo para saber dónde vive, si no aparece a su hora puede ir a buscarlo. Sabe que podría vivir en su casa pero... ¿Hasta qué punto se fía de él? Pero no, no se quedará con él porque tiene a sus gatitos que la necesitan para sobrevivir. Y él nunca debía sospechar que ella, en realidad, pueda transformarse.

 

Esto podría ser el comienzo de mi próximo relato. Como veis, aún no he escrito nada del mismo, pero ya tengo el punto de partida de lo que habría que contar. A partir de ahora es cosa de ponerse manos a la obra.

 

Esta lección no consiste en que robes/copies mi idea, sino en que tú construyas tu mundo desde la página en blanco. Elige algo que sea real y te haga sentir cierta curiosidad o empatía, y parte de ahí para poner tu 10%, 20% o 40% de imaginación. Esto no es un libro de texto, es un taller y son las instrucciones de lo que tienes que hacer.

 

Si quieres aprender, ponte con ello.

 

Y no olvides comentar o incluso compartir tus creaciones. Es la única forma de que los demás sepamos cómo lo haces.

 

 

 

Comentarios: 1
  • #1

    Tony (viernes, 14 febrero 2020 13:46)

    Escríbeme aquí o si lo prefieres a mi email tonyjfc@yahoo.es

    Prometo contestar y valorar tus esfuerzos o resolver tus dudas.