Taller de escritura

17-. El trasfondo

 

Hasta aquí hemos estudiado cómo escribir dejando a vuestro criterio lo que queréis contar. Ahora voy a meter el dedo en el ojo, donde más os duele, en aquello que vais a transmitir.

 

En lenguaje coloquial, "no seas un bocachanclas", "no hables de lo que no sabes". Sé que son expresiones que a nadie le gusta escuchar. Es la crítica que más duele, sí pero también la más obvia. Es lógico que por mucho que te documentes, siempre habrá un experto que sepa más que tú sobre el tema, pero en esta lección lo que te sugiero es que si vas a hablar de medicina no te inventes que la aspirina se vuelve negra si la juntas con gazpacho, lo que digas, que sea verdadero. Y lo que quieras inventar hazlo sobre baldosas reales. Pero ten cuidado, tus enseñanzas pueden ser recibidas por el tío/tía más loco del mundo y ser utilizadas de la peor manera posible. Tenlo presente.

 

Hay que aprender sobre lo que quieres escribir, al menos aprende aquello que vayas a contar.

 

Sería genial que hubiera pendrives que enchufáramos en nuestra cabeza y aprender kung fu, o la historia moderna de Japón, literatura arábiga, el idioma chino, que igual que nuestros teléfonos actuales, te compres un conocimiento y en 5 minutos de descarga ya seamos expertos (lo más parecido que hay en la actualidad es buscar un tutorial por youtube).

 

Centrándonos en el tema del que hablamos, el trasfondo del libro: Si quieres escribir sobre osos panda no puedes poner se comen un muslo de pollo y una sopa de faisán. Si un niño de catorce años escribe como los ángeles, por más que quiera escribir un relato sobre un anciano, o se documenta muy a conciencia o no tiene "recorrido" para comprender lo que le preocupa su personaje. Tampoco puede explayarse en el arte de conducir por mucho juego de la play de coches que haya jugado. Si lo hace, debe hacerlo de pasada y de puntillas, sin decir ninguna incoherencia.

 

Ya lo sé, todos estos consejos son de perogrullo, mi taller es un compendio de sentido común. Pero estoy tan harto de ver cómo la gente escribe libros, de reconocimiento internacional, hacen películas de las consideradas "de alto presupuesto" de las más rentables y sacan Sevilla en pleno agosto, con los toros de San Fermín corriendo por las calles.

 

Que te critiquen por otras cosas pero no por no haberte documentado. Además, uno de los grandes encantos de la lectura es que si estás documentado, tu libro es algo más que un viaje para tus lectores, será uno enriquecedor que enseña cosas del mundo mientras se entretienen. Si no te documentas como Dios manda, consigues lo que "El Código Da vinci" causó en el mundo. Que la gente creyó que lo que contaba era tan cierto como que el pan es de trigo y luego se escucharon cosas entre los cultos de baratillo que... Vaya tela.

 

Busca, contrasta, construye tus propias teorías sobre lo que te falta por saber porque nadie lo sabe... Y tu libro podrá ser muchas cosas, pero no pueden reírse de él por tus mentiras. Aunque ojo, existe la mentira inversa. Puedes inventarte cosas sobre algo solo para que la gente tenga interés en algo que antes no le importaba nada. Descubrirán tus mentiras, pero os aseguro que habrán aprendido algo.

 

El trasfondo es importante en todos los ámbitos del arte. ¿No sería genial que los videojuegos estuvieran tan bien documentados y ambientados como la mayoría de libros? Podría pensarse que por su inmersión e interacción, son el medio perfecto para contar historias. Pero en realidad son fatales, los escenarios suelen ser pasillos, no tienes la libertad de explorar, vivir una época remota. Incluso los Assasins Creed, que bonitos y bien decorados, no te cuentan nada del pasado. Solo son bonitas fotos en 3D. 

 

El medio que más inmersión produce es la literatura, después y de lejos está el cine. Pero no dejan de ser ficción, tú puedes contar lo que sabes a ciencia cierta sin perder detalle, aunque sepas que es completamente real, pero si yo hago un relato del tema, es imposible que todo lo que yo cuente sea cierto. Me tengo que inventar cosas para unir unas anécdotas con otras. Si quieres que un suceso increíble, real, sea una película le tienes que vestir con un inicio, una trama y un desenlace. Al final cuentas tu hecho real de ahí el subtítulo "basada en hechos reales". Pero no os engañéis, los hechos nunca son como los cuentan.

 

El definitiva, hay que usar las dos curvas sabiamente, la de la "realidad" y la de la "imaginación", y hacer una cruz con esa otra curva de escribir como un historiador y como una novela. Tú dedides donde poner la historia: Más cerca de la realidad (sale un estudio o documental) o como un relato (novela). Esos son los dos extremos.

 

 

Cuidado con tus Fuentes:

 

Ayer hubo en terremoto en Alaska. En los telediarios de España si lo han mencionado no me he enterado. Y en periódicos online igual. Pues hubo daños estructurales importantes, una alerta de tsunami que duró hasta esta mañana y parece que no hubo muertos. Quizás no sea una noticia transcendental, pero ocurrió y nadie hizo eco de ello en España excepto el periódico "20 minutos".

 

¿Nos enteramos de lo que pasa realmente en el mundo? Ni la misa la mitad.

 

Usad testimonios cercanos, reales, fiables, que cuenten historias que no han contado a nadie o que simplemente no se ha hecho eco de ello.

 

Una lectora de mi página me confesó unas experiencias muy traumáticas y difíciles de creer y me pidió que las contara para que la gente supiera lo que ocurre ya que nadie cuenta eso en los periódicos y cuando ella le cuenta esta historia a alguien la toma por loca. Me habló de grises, pleyadianos... Lo que le hicieron, lo que le hacen... Después de escribir el libro "los grises" me dio por buscar a los pleyadianos por la red y resulta que no solo ella los ha visto... Qué sorpresa.

 

¿Me lo creo? Bueno, es su palabra contra la voz sutil de mi propia desconfianza. Me he limitado a escribirlo de la mejor forma que he podido. Lo de creer, os lo dejo a vosotros.

 

Pero no solo hay que contar lo que parece increíble. También merecen salir a la luz hechos graciosos, no tan "de noticia", historias rocambolescas, curiosas, únicas de las que vemos en nuestro entorno. Podemos usar conversaciones graciosas, situaciones embarazosas, cualquier cosa vale.

 

El arte de escribir consiste en hacer interesante lo que queremos contar.

 

Ejercicio:

 

Do-cu-men-ta-te.

 

 

 

 

 

 

Comentarios: 0