Taller de escritura

 

Lección 9

 

Vidas cruzadas

 

Un relato no tiene por qué tener un único protagonista. Suele ser lo más común, sobre todo en el cine, pero las historias reales nunca tienen un único protagonista.

 

Lo que da frescura a la historia es que tengamos varios protagonistas con puntos de vista completamente opuestos, o simplemente en lugares distintos del mundo. Puedes construir un romance, una novela negra, una de aventuras, en realidad cualquier cosa que se te ocurra. Un autor al que le encanta escribir así es Stephen King. Al dar protagonismo a mucha gente, se guarda el as en la manga de matar a quién le parece. Todos son protagonistas, a priori, y eso le da una ventaja sobre el lector ya que ninguno es imprescindible. Así consigue atrapar y sorprender y, bueno, no es casual su éxito.

 

Otro ejemplo de protagonistas con el mismo peso sería la saga Millenium. Stieg Larsson, además de tener una prosa soberbia que consigue como pocos volver invisibles sus palabras, nos mete en la piel de dos personajes que aparentemente no tienen nada que ver y terminan siendo los ejes de su aclamada saga. El uno termina dependiendo del otro en los momentos más cruciales.

 

En resumen: Si cruzas dos o más vidas, otorgando el papel protagonista a varios personajes logras aumentar la sensación de dependencia entre ellos, les liberas de la carga de ser "indestructibles" y además invitas al lector a que se involucre con uno de ellos más que por otros aunque no sea más que por afinidad y similitudes.

 

Cuando haces que varios hilos coexistan, rompes el trazo de la vía del relato o mejor dicho, lo complicas. Y más si los destinos previsibles son opuestos. En ese caso, duplicas la emoción por saber quién va a llevarse el gato al agua, en caso de ser dos personajes, lo triplicas con tres, lo cuadruplicas con cuatro...

 

Personalmente, he escrito relatos con más de seis conductores. Es más, he complicado el asunto de tal manera que mis personajes no se limitan a un solo libro. He creado una trama compleja basada en el mundo real con todos estos protagonistas, cada uno con su vida, objetivos, ilusiones, caprichos... Todos igual de pesados en la trama global. Según el libro, aparecen unos u otros, pero hasta los que no salen, están en ese mundo haciendo sus cosas y pueden dar la sorpresa en cualquier momento y aparecer.

 

Por ejemplo en "El ángel que desafió al Diablo" aparecen cuatro de mis personajes: Ángela Dark, Lara Emmerich, Antonio Jurado y Brigitte Keira. También aparece un villano llamado Alastor.

 

En "El investigador que interrogaba a las paredes" es una continuación directa y vuelven los cuatro anteriores, dando mucho más peso a Antonio Jurado y Ángela Dark. Además aparecen nuevos protagonistas como Yuvén, Génesis, Jackson, Erika, Samantha y Calypso.  No todos sobreviven ni consiguen sus objetivos.

 

La importancia de tener un mundo sólido en el que convivan personajes le da cohesión y hace que todos los libros se conviertan en una saga.

 

Otra autora que usa de forma magnífica estos cruces de vidas es Anne Rice con sus Crónicas vampíricas. Cada uno de sus libros parece que tiene un protagonista distinto pero intervienen todos los demás y según el libro muestran una cara u otra, dependiendo de la opinión que tienen de ellos sus protagonistas. Como se puede desprender, ya no es que un narrador cuente siempre la verdad sobre cada personaje, Ane Rice combina muy bien las narraciones subjetivas en primera persona con las vidas paralelas de los demás. De ese modo logra que Lestat sea un malvado ser salido del averno en el libro "Entrevista con el vampiro" y luego en "Lestat el vampiro" le falte el círculo de la cabeza para que parezca un angelito.

 

 

Como veis, escribir no es seguir un manual o libro de instrucciones. Es el juego más alucinante creado por la imaginación humana. Y además lo puedes compartir con el mundo.

Comentarios: 1
  • #1

    Tony (miércoles, 05 diciembre 2018 13:49)

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