Antonio Jurado y los impostores

24ª parte

         Deseando pensar en otra cosa creyó que lo mejor sería ponerse a escribir cualquier historia y aquella noticia era perfecta para un relato basado en sucesos reales. Volvió a la parte de arriba de la página y trató de leer de nuevo el testimonio del actor. El navegador le dio un mensaje: "Página no encontrada".

         -Encima me falla el Internet -protestó.

         La wifi le iba fatal, necesitaba un repetidor y no tenía dinero para comprarlo. Se suponía que le iban a devolver las propiedades, su dinero, pero la policía le había comunicado que aún tardarían un año o dos en recibir algo ya que la empresa denunciada seguramente recurriría las sentencias hasta agotar las fuerzas y el poco dinero que tenían los afectados. Y tampoco era seguro que ganara. Con suerte recuperaría las propiedades que no hubieran vendido y algo de las riquezas perdidas. Los muy ladrones echarían mano del capital que fuera necesario para alargar los juicios, y alegatos y luego no les quedaría con qué pagar a los afectados. De momento, en los meses que llevaban, solo le habían pedido más y más dinero para costear a los abogados, los juicios, los procuradores... ¿Y de dónde iba a sacar más ahora que Brigitte quería el divorcio?

         No le apetecía pensar en ello, solo necesitaba concentrarse en guardar la aventura de ese actor, podía escribir una historia de terror con ella, atraer nuevos lectores conseguir alguna venta más de sus libros… Pero sabía de sobra que la escritura no le iba a dar para comer. Difícilmente podría ganarse la vida escribiendo en un mundo donde pagando tres euros al mes regalan millones de libros. Algunos sitios web los daban gratis por escribir un libro para ellos.

         Recargó la portada del periódico y vio otro titular. Una noticia de las vacunas del COVID. Rebuscó hacia abajo de la página y al fin llegó al derbi madrileño.

        

LAMENTABLE INCIDENTE

 

Un aficionado, agredido a la salida del Atlético de Madrid -Real Madrid, en el Metropolitano.

Un hombre agredió por la espalda a un aficionado del Real Madrid cuando salían del Metropolitano tras el Atlético-Real Madrid. Tras propinarle un primer golpe en la cabeza, el agresor se encara con otro aficionado, teniendo que ser retenido.

 

         -¿Cómo? Y los quinientos muertos...

         Otra noticia lo explicó.

        

Repunte de fallecimientos por COVID, más de setecientos muertos este fin de semana. Las UCIS siguen al límite a pesar de que el número de nuevos contagios vuelve a reducirse dejando a España en riesgo medio.

 

         -Mierda, el EICFD acaba de endosar al virus quinientos muertos. ¿A ver si va a ser cierto que no existe el coronavirus?

 

        

         El interrogatorio no dio los frutos esperados. La mujer, drogada con una doble dosis del suero de la verdad, deliraba y tan solo repetía que quería volver a su casa. La presencia de Paco allí no ayudó demasiado ya que John y James no se sentían cómodos con el consejero allí. No podía saber si habrían sido más duros o más blandos.

         -Esta mujer no sabe nada -se desanimó James, saliendo de la sala de interrogatorios.

         -Señor, no podemos continuar, dice la verdad -insistió John.

         -Es nuestra única pista -Paco no se daba por vencido-. Si no podéis vosotros, yo lo haré. Apagad las cámaras, los micros. No quiero que quede prueba alguna de lo que va a pasar aquí.

         -¿Qué pretende señor? Dice la verdad, nadie se resiste al suero -insistió John.

         -Quiero que repita lo que recuerda de ese día. ¿De eso no puede haberse olvidado no? Apagadlo todo -ordenó-. Y,... si no queréis ver algo desagradable, no miréis. Pero no os alarméis, todo el mundo termina hablando con mis métodos de persuasión.

         James miró a John con cara de circunstancias. El capitán asintió marcialmente pero su rostro no era tan complaciente como sus gestos.

         Paco entró en la sala y encendió las luces. Apagó el foco que le daba en la cara a la mujer para que no pudiera verles el rostro y se quitó la mascarilla del COVID. Ella apartó la mirada y se puso a llorar.

         -¿Por qué me muestra su cara? Quiero volver a casa. Por favor, mis hijas me necesitan -sollozó.

         -No hay por qué llorar, soy Fran...

 

         -¡No necesito saber su nombre! -Exclamó, aterrada-. Les juro que no quiero denunciarles, déjenme marchar.

         -Me llamo Francisco, Sonia -se mantuvo tranquilo a pesar del pánico que demostraba ella-. Sé que conoces a Antonio Jurado.

         La mujer le miró asustada pero no respondió.

         -Dime, ese día del accidente, dijiste que le habías visto.

         -Le vi haciendo footing.

         -Iba a la fuente vieja, donde te caíste. Mira, no te voy a engañar, es un hombre extremadamente peligroso que, de estar en mi mano, estaría criando malvas hace mucho tiempo. Planea algo terrible, creemos que fue responsable de una matanza. Más de quinientas personas perdieron la vida porque él se nos escurrió entre los dedos. Tú fuiste la que vio a su contacto y por eso estás aquí. Necesito que me digas si recuerdas algo, por nimio que sea.

         -Me duele mucho la cabeza, apenas ha pasado un día desde la caída. Los doctores me han dicho que puedo tener amnesia. Que es normal que no recuerde nada. Mi marido me ha pedido que haga reposo absoluto por si tengo algún derrame. Por favor, no puedo ayudarles más.

         -Pero querida, esa no es la actitud que nos puede ayudar. Odio cuando la gente se niega a colaborar. Te he pedido que intentes recordar algo,  he sido amable, no te estoy presionando. Antes del golpe, por cierto ¿cuál fue la causa?, ¿Cómo te caíste? ¿Volviste a ver a Antonio antes de caer?       

         -Sí, lo vi en la fuente. Le saludé... No estaba solo, hablaba con un hombre de gabardina gris. Era más gordo que él, y más bajito. No me sonaba su cara, no creo que fuera de nuestro pueblo.

         -¿Desde tan lejos pudiste verlo?

         -No... Ese loco corrió hacia mí y chocó de lleno conmigo a propósito. Creo que quería matarme, su mirada era tan oscura, tan vacía,...

         -¿Qué pelo tenía? -Preguntó, mientras le ponía la mano en la pierna como si no tuviera la menor importancia, ni supusiera para ella todo un atentado contra su intimidad, sentado justo frente a ella.

         -Era calvo -musitó temblando de miedo.

         -¿Edad? -inquirió mientras acariciaba con el dorso de su mano su muslo interior, a diez centímetros de sus partes íntimas. Al llevar falda, tenía las piernas al descubierto. No llevaba pantis, tenía una piel sedosa, joven, tersa...

         -¿Por qué me toca? -Preguntó con voz temblorosa-. ¿Cree que voy a recordar mejor aquello si me pone así de nerviosa? Usted no es investigador, es un maldito violador que está buscando cualquier excusa para meterme mano.

         -Es lo que tiene el suero de la verdad, que no podéis evitar decir lo que pensáis... No tienes ni idea de lo que soy, así que será mejor que me mantengas contento -respondió sin dar muestra alguna de sentirse ofendido-. ¿Edad?

         -Unos cincuenta años.

         -Bien -Paco no se alejó, la miró a los ojos con mirada libidinosa y se pasó la lengua por el labio inferior. Ella trató de alejarse pero la silla estaba pegada al suelo.

         Su mano se deslizó hasta terminar de descubrir sus bragas y sobó su vagina por encima de la fina prenda. Ella le puso la mano encima de la suya y trató de quitársela. Paco no cesó de tocarla y Elisa comenzó a llorar y suplicar entre balbuceos. Paco sorteó por un lado la braga e introdujo un dedo por su vagina. Elisa le arañó mientras lo hacía, tratando de sacar su mano de una parte tan íntima. Entonces Paco retiró los dedos y se lamió la sangre del arañazo. Después olió el dedo índice, que estaba mojado y se lo metió en la boca mientras la miraba como un perturbado.

         -No ha sido tan difícil -susurró-. A veces es necesario despistar, asustar... Ya me entiendes. Les tengo dicho a mis hombres que la violencia es para cobardes, que basta ser amable y la gente responde a la amabilidad. Elisa, no debes preocuparte por tu vida, ni por haberme visto. Dales recuerdos a Lucila y Claudia. Si me entero de que abres la boca sobre nuestra pequeña conversación... Tendré que tomar medidas. Tu marido es funcionario, ¿verdad?

         -Sí -respondió, temblando.

         -Yo puedo despedirle -la miró con seriedad-. Los ERES estatales son una mierda, ya te lo digo yo. No volverá a tener empleo en su vida. Si no quieres terminar en las colas del hambre... Por tu bien, olvida todo esto, y si no, haz como si lo hubieras olvidado. Tenemos una bebida que te ayudará, si es lo que quieres.

         -Por favor, no quiero tener esto en mis recuerdos -suplicó la mujer-. Deme esa bebida y déjeme ir a casa. No diré ni una palabra aunque recuerde algo, se lo juro.

         -No te preocupes, de eso se encargará el "biter kas".

 

 

         Le dieron de beber un vaso de zumo rojizo con olor a melocotón. Era el suero del olvido, los que bebían esa droga entraban en un sueño tan profundo que olvidaban todo lo sucedido dos o tres horas antes de caer dormidos.

         Ni James ni John mostraron el menor descontento con su "interrogatorio", aunque les bastó una mirada para saber que ninguno de los dos aprobaba tal conducta. Desde luego aquel tocamiento estaba fuera de lugar y no consiguió nada, ni siquiera la interrogó mientras lo hacía. ¿Había sido necesario? Eso ponía entre las cuerdas a John Masters, que jamás desobedecería a un superior. Pero aquello que había visto iba en contra de la institución secreta que había jurado proteger con su vida.

         Antes de llevarla a su casa, John aportó nueva información.

         -El propietario del teléfono que llamó a Antonio Jurado coincide con la descripción de Sonia. Ese es otro hilo.

         -Ya lo tenía en cuenta, estúpido. Necesito hilos que no estén contagiados por esa puta de Arita. Si le cogemos podría destrozarnos.

         -¿Qué tal su hija? Le ha denunciado alegando que él no es realmente su padre. Está en un hospital recuperándose de una fuerte ansiedad.

         -¿Desde cuándo sabes eso? -Preguntó despectivo-. John, necesito que estéis más activos, quiero pro actividad, no esperéis al último momento para contarme las cosas.

         -Lo siento señor, teníamos a Sonia, pensé que no sería necesario importunar a una mujer enferma.

         -¿Tienes algo más? -Protestó Paco-. Si esto también falla, ¿algún hilo del que podamos tirar?

         -Abby está investigando lo sucedido en el Wanda. Ha conseguido que la prensa borre todas las noticias al respecto, como si nunca hubiera pasado, pero la gente ha podido leerlo y se pregunta qué pasó y por qué ya nadie dice nada. Hay periodistas que han grabado las noticias y las publican en internet. Es difícil detener estas cosas en el mundo en el que vivimos.

         -¿En YouTube? No te preocupes, que lo cuenten. Alguno puede que les crea, pero la mayoría intentará contrastar y pensará que son todo bulos.

         -Tengo la dirección del periodista en cuestión. ¿Deberíamos hacerle una visita?

         -¿Estás loco? Tendríamos que matarlo. Prefiero que le tomen por loco que por mártir. Por cierto, que le despidan, así aprenderá a no morder la mano que le da de comer.

         -Lo haremos -confirmó John-. También hay un actor, un tal Pepón. Asegura en las redes sociales que él vio zombis y que su historia es cierta.

         -Vale, publica otro rumor de que va a hacer una película de miedo relacionada con zombis y asunto arreglado. Eso son migajas. Hay que buscar pistas de la reina y esa chica, la hija del calvo ese... Podría tener nuestras respuestas o quizás... Ella sea la pieza del tablero que necesitamos.

 

 

 

         Aquella noche Antonio les dijo a sus hijos que se iba a marchar de casa y que su madre y él se separaban. Ellos rompieron a llorar desconsolados y les prometió que no se notaría tanto, trataría de vivir cerca y él se ocuparía de llevarles al cole mientras su madre no pudiera.

         Escuchando los llantos, Brigitte entró en la habitación y les dijo que no tenía por qué ser así, y tras una mirada asesina pidió a Antonio que la acompañara a hablar sobre el tema.

         Él le dijo que pensaba marcharse y ella le hizo entrar en razón. Le recordó que no tenía donde ir. Él alegó que podía aparecer en la puerta de sus padres y tendrían que aceptarle. Aunque había tratado de reconciliarse en el pasado, ellos nunca le creían. Le daban por muerto y pensó que no habría mejor momento para resucitar y reconciliarse. No tenía otro sitio donde ir, de momento.

         -¿Y que los niños lloren así todas las noches? A mí no me importa que sigamos juntos en casa, no me molestas, si ya he aguantado hasta hoy puedo seguir haciéndolo. Si te quieres ir que sea cuando puedas, a un sitio donde puedas tener a los niños sin depender de terceras personas.

         -Yo no voy a soportar que esos dos aparezcan por aquí -replicó.

         -Pues no vendrán, ya quedaré con ellos fuera de casa.

         -¿En serio ahora que hemos roto vas a hacerme caso en eso? -Antonio estaba estupefacto.

         -Si tanto te duele, sí. Pero tú no traigas a tus amigas tampoco.

         -No pretendía hacerlo -respondió.

         «¿Y qué amigas dice? -Pensó Antonio-. Lara, Ángela... La primera no tiene el menor interés por mí, y la segunda ha desaparecido de la faz de la Tierra.»

         -Vete y calma a los niños. Antes de comentarles algo, dímelo antes a mí.

         Más tranquilo por dejar todo más o menos acordado, volvió y les dijo que se quedaba. Aun así no les mintió diciendo que todo seguía igual, en un futuro indeterminado tendría que buscarse otra casa.

         -¿Entonces mañana seguirás aquí? -Preguntó Miguel.

         -¿No te vas? -Insistió Charly.

         -No, venga, calmaos, a dormir.

 

         Les arropó y se quedó con ellos con la música de dormir que les ponía cada noche, en su "Pigüi", que estoicamente seguía dando sus melodías durante siete años y que cuando olvidaba ponerlo, alguno de los niños le pedía que lo pusiera.

         Mientras se dormían, comenzó a llorar en la oscuridad y en silencio sabiendo que su vida familiar, que tanto temió perder, se había terminado rompiendo. A menudo él la puso al límite y solo por la paciencia y el perdón de su mujer aún se mantenía. Esa resistencia llegó a su fin sin que él pudiera ya hacer nada para remediarlo.

         Si los venezolanos no hubieran ido a casa, si ese año que estuvieron medio confinados hubiera tenido a Brigitte más accesible, con los niños, sin unos innombrables acaparando el tiempo de descanso de su mujer, su matrimonio se habría salvado... Esos cabrones lo iban a pagar.

         Suspiró, dejó de llorar... Se preguntó si él había pensado en la venganza o fue el impostor.

         «No puedes culparles en serio, Antonio »-escuchó la prístina voz de Génesis en su mente-. «Ellos solo han abierto la puerta de escape que ella llevaba tiempo buscando. Lleva muchos años prisionera de vuestro matrimonio.»

 

 

 

 

 

Comentarios: 8
  • #8

    Chemo (domingo, 04 abril 2021 16:02)

    Yo por eso prefiero no casarme. Tarde o temprano alguno de los dos termina aburriéndose.
    Secundo la idea de Jaime.

  • #7

    Alfonso (viernes, 02 abril 2021 22:14)

    Por fin ha llegado la primavera. Y con ello espero que finalmente se acabe esta pandemia que asola a todo el mundo.
    Génesis hace su aparición después de mucho tiempo. Supongo que ella sabe algo sobre los impostores y Arita.
    Pues no es mala idea la de Jaime. Aunque preferiría contenerme a recibir el beso de la muerte.

  • #6

    Tony (viernes, 02 abril 2021 05:41)

    Algunas cosas coinciden con lo que va aún esta por llegar, otras no tanto. En cuanto a las orgias ya veremos como consigo encajar una o dos.

  • #5

    Jaime (viernes, 02 abril 2021 02:27)

    Vale. Entonces pido la orgía grupal. Jeje
    Y me parece que ya había hecho mi pronóstico sobre Arita desde las primeras partes: Arita va a resultar ser una hija perdida de los Dioses Antonio y Ángela quien, por azares de destino, terminó en la luna de esta realidad. Arita heredó la rebeldía de su madre y busca hacer al mundo a su semejanza. Mi otra hipótesis es que Arita tiene relación con la hija de Ángela de quien se habló al inicio de la historia. Quizá venga de una realidad paralela con una historia diferente y por ello el Jesús de esta realidad no la detecta. Por alguna razón se le mencionó, ¿no? Pero me inclino más por la primera hipótesis.
    Tony, ¿qué te parece mi predicción?

  • #4

    Tony (viernes, 02 abril 2021 00:03)

    La proxima se van a revelar algunas cosas, aunque la trama final aún no la he introducido y no creo que la adivinéis.
    Por cierto Jaime, tú pide, que para eso eres uno de los comentaristas más fieles y tienes influencia. (A ver si otros se animan a comentar).

  • #3

    Jaime (jueves, 01 abril 2021 22:11)

    Espero que el Tony de la vida real no tenga que también sobrellevar un divorcio anunciado. Con todos estos problemas que se avecinan es difícil hacer las cosas importantes. Lo bueno es que mañana es día feriado y podemos descansar un poco.
    Honestamente ya me esperaba todo lo que se contó en esta parte. PAra cerrar con broche de oro solamente falta la orgía que va a realizar Paco en las duchas del EICFD con todos los personajes, incluyendo Ángela.

  • #2

    Vanessa (jueves, 01 abril 2021 04:59)

    Ese Paco es todo un personaje. Se me hace que tuvo deseos reprimidos en su adolescencia y ahora busca liberarlos con el poder que tiene.
    Pobre Antonio. Ojalá logre mantener la sana convivencia con Brigitte mientras se lleva a cabo la separación.

  • #1

    Tony (miércoles, 31 marzo 2021 02:59)

    El lío de los niños en semana santa, cosas que tengo que hacer, problemas en el ámbito personal... Os dejo elegir la excusa para la tardanza. Se me ha juntado todo.