Quiero dejar de roncar

¿Cual es la excusa que te ha traído a esta web?

 

"Como siga roncando mi mujer se divorcia de mí".

 

"Necesito dejar de roncar o me moriré un día asfixiado durmiendo."

 

Conozco a alguien que ronca y quiero que deje de hacerlo para que pueda dormir”.



Un consejo: No vayas al médico por esto. Las soluciones que te dará cuestan dinero, son traumáticas y encima no sirven para nada. Te llamarán gordo en tu cara y ante su inutilidad te seguirán llamando gordo para justificar que, por culpa de la obesidad, roncas y no porque son unos inútiles ellos que encima se creen dueños de la verdad absoluta.

 

 

¿Por qué roncamos?

 

La causa del ronquido no es la obesidad como nos han hecho creer desde muy niños. Es cierto que casi todos los obesos roncan, pero muchos no lo hacen.

 

Para empezar, roncamos porque tenemos los músculos del paladar fofos y blandos, cuando dormimos estos se relajan totalmente y quedan flácidos obstruyendo la tráquea. Cuando dormimos el cuerpo se encarga de respirar y si no puede provoca que nuestros músculos de las costillas se muevan con la fuerza necesaria para poder respirar. Eso obliga a que la gente que ronca respire a todo pulmón y ronquen tan alto que se les escuche hasta en el piso de abajo. Los médicos te ofrecen cortar los músculos y así no se “caen” sobre la traquea. Pero aunque te operen volverán a aflojarse en menos de dos años y volverás a roncar.

 

¿Y por qué algunos roncan y otros no? Es porque no ejercitamos nuestro paladar casi nunca. Si lo ejercitáramos hasta sacarles sus cuadraditos (es un decir) dejaríamos de roncar, respiraríamos menos al dormir y pareceremos simples pajarillos durmiendo porque nada obstruye nuestra respiración ya que los músculos del paladar, incluso relajados, muestran sus cuadraditos (repito que es un decir).

 

La solución de los ronquidos pasa por hacer "flexiones" de paladar para que nuestra boca esté en forma por dentro y por fuera.

 

¿Qué ejercicios hay que hacer?


Enjuagarse la boca.

 

¿Solo eso?

 

Pues no, hay que enjuagarse la boca todos los días (si no lo hacíais ya va siendo hora).

 

El que lo haya hecho toda su vida se preguntará por qué ronca si se enjuaga no una, sino hasta 4 veces al día. Pues muy simple, no te enjuagas la boca de forma correcta. No basta mover el agua y el líquido del enjuague en toda la boca.

 

A partir de ahora no te enjuagues sin más. Cuando tengas el líquido verde, azul o rojo en la boca mueve la lengua, no el líquido. En las instrucciones te indica que te enjuages 30 segundos pero ¿qué hacemos ese tiempo? Mover el líquido para atrás y para alante, lo pasamos a presión por los dientes y hacemos gárgaras. Eso no vale. Principalmente porque aburre y casi nadie aguanta así los 30 segundos de rigor.

 

Se hace así: Con la boca cerrada saca la lengua por fuera de los dientes y la pasas por la parte de arriba, cuando llegues a un lado la pasas por la parte exterior de los dientes por la mandíbula de abajo, luego por arriba, así en forma circular durante 10-20 vueltas, lo que te aguante la lengua. Cuando termines, haz lo mismo en sentido contrario otras 10-20 veces (mejor 20 que 10).

 

Si lo hacéis bien sentiréis que os quema la garganta como si tuvierais agujetas por un ejercicio intenso en el interior de la tráquea. Bien hecho, habéis dado un paso hacia el mundo de los no roncadores.

 

Haciendo esto un día no notaréis nada. Es como si esperáis tener cuadraditos en la tripa por hacer 10 flexiones en la playa y no haciendo ninguna más en toda tu vida. Hay que hacerlo al menos una vez al día y los resultados empezarán a notarse a partir de la segunda semana. Cuidado porque las dos primeras semanas podéis incluso empeorar. Al estar más cansados los músculos, estos se relajarán más. Pero cuando estén en plena forma no volveréis a roncar.

 

¿Cómo descubrí esta solución?

Como siempre, buscando por Internet. No había soluciones médicas que me ayudaran. Una amiga me contó que el marido de una amiga tenía que dormir en una habitación de la otra punta de la casa porque no solo roncaba alto sino que le habían hecho comprar una máquina que le ayudara a respirar y cada noche parecía Dard Vader. Imaginaros un tío con mascara roncando.

 

Esa máquina le evitó la operación (ya que él se asfixiaba). Pero seguía sin convencerme una solución tan cara y ruidosa. Entonces encontré la web de un señor de 90 años con soluciones muy curiosas para los ronquidos y para evitar el cáncer de próstata. Para lo del cáncer solo exigía apretar el ano durante 10 veces en una secuencia continua (al día) y ya está. Según él se evitaba, cosa que era muy discutible, aunque cuando me acuerdo lo practico.

 

Pero para los ronquidos proponía una solución un tanto estrafalaria. Había que mover la lengua de una punta a otra de la boca, haciendo gestos de lo más raros y claro, cuando lo leí pensé,... Cuando lo haga no me puede ver nadie lo hago.

 

Poco a poco fue condensando todos los ejercicios en un solo ejercicio de girar la lengua alrededor de los dientes y me di cuenta que durante el cepillado y enjuague bucal puedes hacerlo sin que la parienta te mire como si estuvieras loco.

 

Así que comencé mi rutina (porque parecía un serrucho cortando troncos cuando dormía, siempre sin importar la postura y tenía la amenaza de que si seguía así dormiría en otra habitación lejos de mi mujer), así que con esa motivación continué los ejercicios y ahora los hago por pura rutina. Ojo, es necesario hacerlos toda la vida por lo tanto si dejáis de hacerlo, volveréis a roncar.

 

Al cabo de dos semanas mi mujer me dijo que no me había sentido roncar esa noche (eso sí, esas dos semanas se reía de mi porque cada día roncaba más fuerte). Al mes ya no roncaba salvo cuando me ponía boca arriba (claro, supongo que así es imposible evitarlo). Aprendí a dormir de lado y no ponerme boca arriba nunca y desde entonces ronco en contadas ocasiones que me despisto y me quedo panza arriba.

 

 

Os invito, a los roncadores “profesionales” a que hagáis lo que digo. No gastéis el dinero en médicos que os prometan soluciones de quirófano o de comprar un complejo y caro aparato de ciencia ficción. La solución es tan sencilla que da vergüenza que ningún médico la recomiende siendo una enfermedad tan común (porque roncar es una enfermedad que puede llegar a ser mortal). Eso sí, nos recetan dietas estrictas para perder peso, están dispuestos a cortarnos la garganta y hasta que nos gastemos el dinero en inútiles sprays para la garganta y parece que ninguno quiere la solución que pasa por nosotros mismos y nuestra constancia.