El Vórtice

16ª parte

 

 

 

            Usaron un ascensor gravitatorio para subir a la planta central. Los anclajes de la nave auxiliar seguían soltándose y un zumbido evidenciaba que los motores estaban preparándose para despegar.

            — Tenemos que darnos prisa —urgió—. Están a punto de...

            —Mirad —interrumpió el soldado más viejo—. Creo que es la sala de hibernación de alguno de los grises enanos.

            — No es el momento de...

            —Si pudiéramos llevarnos esta nave a los laboratorios podríamos hacerles una visita y devolverles todos los destrozos que nos han causado.

            —De eso nada amigo —protestó Ángela enérgicamente—. La nave es mía. Pero lo más importante es impedir que salga esta cápsula que tenemos sobre nuestras cabezas, ¡Alastor está ahí dentro!

            Sin embargo nadie la escuchaba.

            Otra vez les hablaba esa voz del pinganillo...

            —Sí señor.

            —¿Con quién demonios habláis? —Preguntó, exasperada.

            —Con el comandante —respondió Antonio, como si eso dejara claras todas sus dudas.

            Seguían escuchando su voz, lo que lograba irritarla.

            —Imposible, ha matado al menos a tres —replicó el más joven.

            —¿Me estáis diciendo que vuestro jefe está escondido como una rata mientras os da órdenes por los pinganillos? ¡Os recuerdo que tenemos que rescatar a Alastor y está a punto de desparecer en esa nave!

            —Tenemos una misión y no hay mucho tiempo para hablar —respondió la rubia, como si la hubiera entendido. ¡Pero se refería a ella!

            Eso era alucinante, ellos eran los que estaban de cháchara por su comunicador, ella les estaba metiendo prisa desde el principio y ahora la rubia le salía con esas. Quiso echarle manos al cuello y estrangularla.

            Sin responder corrió hacia la entrada del módulo central y a medio trayecto se soltó el último anclaje. El zumbido se hizo más poderoso y se detuvo al ver que el núcleo se desprendía de la nave y se alejaba en completo silencio. Los soldados ni siquiera se dieron cuenta de su frustración porque ya no podían impedir que se lo llevaran. Siguieron corriendo hasta la parte frontal, dejándola atrás... Donde estaban los demás grises.

            —¡Demasiado tarde! —protestó sin que nadie la oyera.

            Alastor ya no estaba, se lo habían llevado. Esperaba que fuera capaz de sobrevivir y regresar en menos de tres días o de lo contrario sería inmortal para siempre y no le apetecía lo más mínimo.

            Después de un intenso tiroteo en el que todos menos ella salieron heridos regresaron a la nave y comprendieron, tarde, que Alastor ya ni estaba allí. Si la hubieran escuchado...

 

            Los soldados la llevaron de vuelta al mundo "real". Abby la dejó con Antonio Jurado, en la puerta de su casa y éste, al ver la hora, la invitó a comer... ¿Qué? Se moría de sed, de sangre, de su cuello. Aceptó, por conversar con él, intercambiar ideas y quizás confesarle su problema. Sus poderes le permitían leer su mente y éste la deseaba con cada célula de su cuerpo y estaba esperando que ella se le insinuara para echar un polvo. También quería contarle algo que no se atrevía ni a pensar.

            Y ella estaba pendiente de la voz de Alastor, totalmente silenciada desde que subió a aquella nave. Mientras Antonio comía, ella pidió una copa por si su estómago admitía alcohol en lugar de sangre, tal era su ardor, pero al beber el alcohol sintió que bebía gasolina y no tardó en vomitarlo en el lavabo. Más tarde, hablando de Alastor, Antonio le dio una patada por debajo de la mesa. Eso significaba les estaban escuchando los del EICFD. Por lo visto lo hacían con los teléfonos móviles.

            Lo cierto es que desde que la oscuridad elemental corría por sus venas, no sentía ni deseos ni cariño especial por nadie. Pero se llevó a Antonio al baño, insinuándole que iban a echar un polvo rápido para disimular ante posibles escuchas. Allí Antonio le confirmó sus sospechas y pactaron dejar de lado, en su conversación, el tema de su guerra particular contra Alastor. Ella quería decirle que ahora necesitaba al viejo, si no sería un maldito cadáver andante para toda la eternidad, pero Antonio tenía demasiado rencor por él y supo que no la podía ayudar.

            Finalmente, cuando llenó su tripa de comida y alcohol ella se ofreció a conducir para ir a su hotel. Con semejante atracón su copiloto se quedó dormido como un tronco.

 

            Cuando llegó a las proximidades de su hotel, le despertó y se despidió de Antonio. Este se marchó casi como un zombi y al fin se quedó sola. No se explicaba cómo pudo enamorarse de él. Era un tragón, le sacaba diez años y además estaba casado, con un hijo y por lo visto, uno de camino.

            Pensó en los otros soldados, el de pelo blanco y mentón cuadrado estaba mazado, menudos músculos. El otro, el más joven, tenía la cabeza muy grande con corte de pelo militar, sonrisa simpática y ojos tremendamente penetrantes que la desnudaron como con rayos X. En realidad era muy feo, pelo negro, unicejo, labios demasiado carnosos...

            Y la teniente... Sin ser lesbiana debía reconocer que la quería como compañera de orgía. ¡Qué cuerpazo! Qué ojos más bonitos, azules o verdes, no estaba segura. Su pelo hasta los hombros era entre amarillo y gris. Muy engominado para no molestarle en la acción. Sin embargo su carácter era tremendamente seco, su mirada transmitía los sentimientos de un candelabro.

            Se dejó caer en su cama y vio su bolso plácidamente colgado del perchero, junto a la puerta de su dormitorio. Se levantó a examinarlo. Allí estaban sus tarjetas de crédito, su documentación, sus llaves, su pistola dorada. Cuando volcó todo el contenido en la cama sonrió complacida. Nadie había entrado, no le habían robado nada. Pero no encontró su viejo móvil plegable. Ahora estaba segura de se lo llevó consigo a la isla Hamilton, en Bermudas, antes de ser engullida por esa niebla verde.

            Se planteó por un momento comprar uno de esos Smartphones, tan de moda en ese momento.

            —No pienso pagar ochocientos euros por un teléfono.

            A pesar de todo le gustaba ese modelo que le prestó Antonio. Su pantalla de cristal era tan suave que deslizar los dedos por encima podía llegar a ser un vicio. El botón circular del centro cerraba cualquier aplicación y podía abrir programas tan solo con acariciar el botón correspondiente de la pantalla. Acostumbrada al típico juego de Nokia, "Snake", ver toda una carpeta llena de juegos le sorprendió mucho. No conocía ninguno pero muchos debían ser infantiles porque vio caras de pájaros, un gorila, un loro, un gato, un perro...

            —Basura moderna. Detesto los chismes electrónicos.

            Dicho eso lo dejó sobre su mesita y al quitarse el abrigo se cayeron sobre su alfombra los dos libros que cargaba siempre encima: Su diario y el libro de Alastor: "Viaje al Oeste".

            Eran las cinco de la tarde y su cuerpo temblaba de sed.

            Otra condición que debía cumplir, para volver a ser humana, y que Alastor no le contó, era que si por un momento cedía a la tentación de beber sangre, se transformaría en vampiresa para siempre. Y la mera idea le seducía de forma enfermiza. Quiso mantener ocupada su mente pues pronto sería de noche y sus sentidos estaban exacerbados.

            Escribió todo lo que tenía pendiente en su diario y estuvo entretenida reviviendo todo aquello hasta las seis de la tarde. Después notó que sus manos seguían temblando. Abrió el libro de Alastor y comenzó a leerlo.

            Leyó las primeras doscientas páginas y se lo pasó muy bien haciéndolo. No sólo por lo divertido que era, las aventuras de una piedra golpeada por un rayo que se transformó en un mono. Este se ganó el título de "rey de los monos" por su arrojo y valentía. Unos días después sus hermanos simios le dijeron que nadie vivía para siempre, y ellos como mucho podían vivir de 30 a 50 años. El rey se asustó mucho y emprendió un viaje buscando desesperadamente a quien tuviera el remedio para “muerte” (y Ángela quería todo lo contrario, se preguntó si por esa razón se lo hizo leer Alastor, ¿Quería convencerla de lo guay que era ser eterna?).

            Le hizo especial gracia cómo definía el rey mono a los humanos: Unos seres que se afanaban en el poder y la riqueza toda su vida, que por una sola moneda de cobre podían pasar una semana subidos a un burro. Incluso los reyes ansiaban más poder, querían ser dioses, los ricos necesitaban más y más riqueza... El mundo no había cambiado desde los tiempos de Sun Wu-Kung. Hubo un párrafo que le hizo reír en el que por fin el rey mono encontraba a un inmortal y como no quería llamar a su puerta, para no molestar, se subió a un árbol y esperó comiendo una piña con todos sus piñones. Entonces salió un inmortal y profirió, estamos intentando meditar: ¿Quién demonios arma tanto jaleo ahí arriba?

           Cuando terminó de reírse Ángela dejó el libro sobre la mesilla. No quería seguir leyendo, ¿Alastor la estaba adoctrinando?

           Pero sus sentidos se empeñaban en agudizarse y si no mantenía su mente ocupada lo único en lo que era capaz de pensar era en la sangre, cazar, el olor de los humanos más jóvenes del edificio donde vivía. La única forma de distraerse era leyendo ya que el sexo, su hobby favorito habitual, le daba asco por los recuerdos de las violaciones. Y además no sentía nada si se tocaba. Su vagina le recordaba que estaba muerta, pues la sentía como un par de filetes de ternera colgando dentro de sus bragas.

            — Debería ducharme —sonrió al recordar todo el tiempo que llevaba sin hacerlo.

           

            Decidió disfrutar de la libertad, de su retorno a Madrid, que incluso llegó a pensar que jamás volvería. Sacó del garaje su reluciente moto azul y se fue a disfrutar del azote del viento en su rostro.

No le importaban las multas, no corría peligro sin el casco -que siempre odió con todas sus fuerzas porque rompían toda sensación de vuelo a los mandos de la moto-. Llevarlo era como ir al espacio con un traje espacial de ochenta kilos y en una lata de sardinas con un ojo de buey como única ventana al exterior. En términos coloquiales, le "cortaba el rollo" a la magnífica sensación de libertad de esas dos ruedas, apenas pegadas al suelo por un par de centímetros de caucho y a ciento ochenta kilómetros por hora.

Respiró el ácido aire madrileño mientras volaba sobre la autopista M-50, oliendo el corrosivo y cancerígeno plomo escupido por los infinitos coches. En esa época hacía calor y su piel adquirió un tono rosáceo por el potente Sol, que aunque le privaba de todos sus poderes, le calentaba la sangre y le devolvía eso que solía sentir antes, calor y con él una extraña morriña por volver a sentir amor, dolor, alegría o tristeza.

       Al llegar a un bonito parque, del que no conocía el nombre, se bajó de la moto, puso el móvil contra una pared y posó para hacerse una foto con retardo de diez segundos. El resultado fue muy decepcionante, esa chaqueta de cuero con cuello de cola de zorro ocultaba su cuerpo del que tan orgullosa había estado siempre. Se quitó la chaqueta y al hacerlo se cayeron al suelo los dos libros que llevaba escondidos.

            - Mierda, el libro de Alastor.

       El golpe contra el asfalto abolló significativamente una esquina del "Viaje al Oeste" y deseó con todas sus fuerzas que el viejo no se diera cuenta o lo pasara por alto, ya que se trataba de una edición de más de doscientos años. Colocó los libros sobre la chaqueta, junto al teléfono y se hizo otra foto, únicamente con su bañador con bordados negros y la más alegre sonrisa que pudo poner.

            Esa le encantó. La incluiría en su diario. Se veía como una joven de unos veinte años, no la mujer que era, que rondaba ya los treinta. Sabía que dentro de tres días su aspecto empeoraría cuando recuperase la mortalidad. Quería una foto así, sin ojeras, ni patas de gallo, con su pelo natural liso, sin canas y brillante. Su tatuaje apenas se veía junto a su cuello, pues era una pose casi frontal, pero al estar escrito en piel sana se veía espléndido. En esa instantánea reconoció a la persona que siempre imaginaba ser… Pero en realidad no era ella. De hecho sería la imagen que vería el resto de la eternidad si es que no lograba rescatar a Alastor en esos dos días que le quedaban.

Comentarios: 19
  • #19

    Jaime (lunes, 29 junio 2020 05:12)

    No parece que la imagen haya sido creada en Photoshop. Tuvo que haber sido un modelo real.
    También parece que todas las chicas que aparecen como Ángela en las fotos de las historias de Tony son diferentes entre sí. Es probable que sean distintas modelos.

  • #18

    Tony (sábado, 27 junio 2020 21:01)

    ¿Y que miren a mi cámara en bikini? Creo que no.
    Siempre existe la posibilidad de que sea una foto real, y esa foto sea la misma Ángela, que la Incluyó en su diario.
    Pero nadie lo creería.

  • #17

    Yenny (sábado, 27 junio 2020 19:49)

    Imagino a Tony desde la ventana de su casa sacando fotos a personas parecidas a su personajes jejeje, auqnue no se si eso entraría en la categoría de acoso??

  • #16

    Tony (viernes, 26 junio 2020 16:26)

    Secreto profesional. No creo que google encuentre esas fotos con el motor de búsqueda.

  • #15

    Esteban (viernes, 26 junio 2020 16:07)

    Me pegunto de dónde saca Tony esas fotos. O estos pesonajes están basados en gente conocida que le permiten usar sus imágenes, o son sacadas vilmente de la red. En cualquier caso, Ángela está bastante bien.

  • #14

    Tony (viernes, 26 junio 2020 08:32)

    La verdad es que esta enfermedad es terrible y el peor error que hemos cometido todos es compararla con la gripe. Quizás en mucha gente no sea mucho más que eso pero lo ataúdes que se ven en todos los países deberían dejar claro que no lo es.
    Sobre todo los jóvenes deberían ser más solidarios y no exponerse a lo loco porque los que van a pagar las consecuencias son sus padres y abuelos.

  • #13

    Yenny (viernes, 26 junio 2020 04:34)

    Eso es obvio, sólo queda esperar.que cuando nos de hayan camas en los hospitales, por lo menos acá estamos colapsados y aún la gente se expone de forma imprudente. Creo que llegaremos el momento en que la selección natural hará su trabajo y al final los más fuertes resistiran la enfermedad. Aunque cada vida cuenta y es importante, es muy triste la situación.
    Les deseo de todo corazón que en su país esta situación mejore pronto y no tengan un nuevo rebrote.

  • #12

    Tony (jueves, 25 junio 2020 21:10)

    Es que la gente no se Da cuenta de un dato muy simple, ni el 5% ha pasado la enfermedad. Todos la terminaremos pasando y lo único que nos puede salvar es que cuando la pillemos fuerte es que los hospitales no estén saturados.
    En cierto modo es un buen momento de contagiarse. Al menos aquí, que no pega fuerte por el calor.

  • #11

    Yennt (jueves, 25 junio 2020 21:04)

    Acá ya han abierto los centros comerciales a pesar de que todavía nos mantenemos en casos activos, y la gente hace unas colas larguísimas. Es cierto que se debe aprender a convivir con el virus pero aquí no se respeta las normas básicas de prevención, fácilmente vamos a estar entre los países con mas casos.

  • #10

    Tony (jueves, 25 junio 2020 06:48)

    Aquí ya han abierto las tiendas y hay Lo que llaman”nueva normalidad”. En cuanto surge un rebrote confinan el pueblo que sea para evitar que se extienda.
    Veo demasiado optimismo y podría decirse que es por estar en verano (y que ya no se contagia casi nadie y no muere gente). Pero ahi está USA, que sigue muriendo y contagiándose gente y parece que el calor no frena al virus.

  • #9

    Yenny (jueves, 25 junio 2020 04:51)

    Que recuerdos me trae el juego snake de Nokia, es un clásico.
    Que corran las apuestas Alastor muere en estos tres días o regresa y revierte la maldición de Ángela, creo que le va a quitar la oscuridad pero siempre nos pueden sorprender.
    Una consulta ¿ cómo esta la situación por su país? Les comento que acá sólo vamos en subida en casos, lo peor es que acabamos a entrar a invierno y las personas se enferman más. Ojalá ustedes estén mejor que nosotros.

  • #8

    Chemo (miércoles, 24 junio 2020 01:00)

    Ya se me hacía extraño que Ángela tuviese el poder de la Oscuridad. No recordaba eso del relato de los Grises. Gracias a Tony por confirmar. Ahora tengo curiosidad por saber cómo se librará Ángela de la Oscuridad. Es posible que Génesis se le aparezca para auxiliarla con eso.

  • #7

    Tony (martes, 23 junio 2020 06:41)

    Madre mía, eso me pasa por escribir a esas horas sin gafas desde el móvil.

  • #6

    Tony (martes, 23 junio 2020 06:39)

    No se menciona pero eso no significa nada. Los grises es desde la protectora de Antonio,
    Estoy dándole los últimos retoques a esa historia y quería publicaría como tercer volumen de reparos olvidados.
    He cambiado algunas cosas, aumentado partes y corregido fallos.
    Aun me falta un 40% por eso no lo he menciobado.

  • #5

    Alfonso (martes, 23 junio 2020 02:55)

    La historia está quedando interesante. No recuerdo que Ángela se haya convertido en vampiresa o cómo se libró de la maldición. Creo que una repasada no nos vendría mal.
    Espero que todos estéis bien.

  • #4

    Tony (lunes, 22 junio 2020 21:36)

    Simplemente siente que si cede ante su demonio interior nunca podrá volver a ser humana. Si aun sin beber sangre Alastor no la libera de la oscuridad, sera vampiresa para siempre. Otra opción es que Alastor muera antes de esos tres días.
    En cuanto a lo de Son Goku es cierto, el libro es la historia en la que se inspiró Akira Toriyama para crear Dragon Ball.

  • #3

    Jaime (lunes, 22 junio 2020 20:15)

    Pues no está tan mal Ángela vampira. Hasta tiene un zarcillo en el ombligo.

    No entendí cómo sabía Ángela que regresaría a ser humana si no bebía sangre humana en tres días. ¿Lo supo por medio de Antonio Jurado?

    Por cierto, yo leí el Viaje al Oeste pero en japonés para una clase. Solamente que la pronunciación japonesa del mono es Son Gokuu, conocido personaje de Dragon Ball. Es una historia bastante divertida e interesante a pesar de ser tan antigua. No me extrañaría que Alastor fuese uno de los inmortales de la historia.

    Esperando la continuación.

  • #2

    Alejandro (lunes, 22 junio 2020 04:59)

    Bastante entretenido. Lástima que ya no habrá más orgías.

  • #1

    Tony (lunes, 22 junio 2020 03:11)

    Espero que os haya entretenido un rato. La próxima semana más.

    No olvidéis comentar.
    Espero que todos sigáis sanos y lejos de ese virus terrible.